La rivalidad entre Pumas y América es una de las más intensas y emblemáticas del fútbol mexicano. El Clásico Capitalino no solo enfrenta a dos equipos de la Ciudad de México, sino también a dos ideologías: el orgullo universitario contra el poder mediático. Aunque América domina el historial general con 62 victorias frente a 45 de los auriazules, Pumas ha protagonizado triunfos que han quedado grabados en la memoria de sus aficionados.
Una de las victorias más icónicas ocurrió en la final del torneo 1990-1991. En aquella serie, Pumas se impuso a las Águilas y levantó el título de liga, siendo esta la única final entre ambos que ganaron los universitarios. El gol decisivo fue obra de Ricardo “Tuca” Ferretti, quien anotó un mítico gol de tiro libre en el Estadio Azteca.

También se recuerda el triunfo de 3-0 en el Clausura 2004, cuando los dirigidos por Hugo Sánchez aplastaron al América en el Estadio Azteca. Aquel equipo, que más tarde se coronaría bicampeón, mostró un fútbol ofensivo y dinámico que desbordó a su eterno rival.

Otro triunfo inolvidable se dio en las semifinales de ida del Apertura 2015, cuando Pumas venció 3-0 al América en la cancha del Estadio Azteca. Los goles de Ismael Sosa, Gerardo Alcoba y Eduardo Herrera le dieron la victoria a los universitarios para encaminarse a la final de dicho torneo.

En la Liguilla del Apertura 2021, Pumas protagonizó otra gesta memorable. Tras empatar 0-0 en la ida de cuartos de final, los universitarios sorprendieron al América en el Estadio Azteca con un contundente 3-1. Esa noche, los goles de Washington Corozo e Higor Meritao silenciaron a la afición azulcrema y eliminaron al equipo dirigido por Santiago Solari.

Más allá de los números, para los universitarios, vencer al América es más que ganar un partido: es defender una identidad, una historia y una filosofía. Aunque las Águilas tienen la ventaja en el historial, los triunfos auriazules suelen ser más celebrados por su carga simbólica y emocional.