En el Estadio de San Mamés, ubicado al norte de España, la segunda competencia más importante a nivel de clubes europeos, es decir la UEFA Europa League, presentó el partido definitivo donde dos clubes de Inglaterra se enfrentarían no solo por el trofeo, sino también por un boleto a la UEFA Champions League 25/26, Tottenham y Manchester United cerraban la quincuagésima cuarta edición de este torneo.
El balón comenzó a rodar en el pasto del inmueble de la ciudad de Bilbao donde ambos equipos que se conocen de toda la vida en la Premier League iniciaron con oportunidades a la ofensiva en búsqueda del tanto que les adelantara en el marcador, sin embargo las defensas de los dos clubes se aferraron en mantener segura su portería evitando los disparos a puerta.
Al minuto 42 llegaría la anotación del equipo blanco que era local administrativo en la final, el cuadro del Tottenham creó una jugada que comenzó en los pies de Rodrigo Betancur que retrasó para Pape Sarr que mandó el centro al área para que Brennan Johnson rematará y aunque rebanó el remate, el balón sería desviado por Luke Shaw y con ello caería el gol de los Spurs.
Tras el tanto se terminarían los primeros 45 minutos y en el segundo tiempo el cuadro del Manchester United se volcó adelante para poder empatar a como diera lugar el gol, fue tanto el dominio de los Diablos Rojos que la defensa de Tottenham tuvo que defender cada tiro libre y cada tiro de esquina con la mayoría de sus jugadores para que no cayera la diablura del empate.
El reloj cada vez consumía los minutos y al equipo de rojo no le quedaba mucho tiempo, los intentos ofensivos por parte de los de Manchester eran evitados tanto por la defensiva como por las manos atajadoras de Guglielmo Vicario que al minuto 90 +6 de agregado taparía un cabezazo que peligrosamente parecía el empate.
El cuadro de Rúben Amorim tuvo una última oportunidad para poder empatar el partido y mandarlo a los tiempos extras, en un tiro de esquina Amad Diallo mandó el balón para que cualquier compañero incluido el arquero rematará, un defensa cabeceo y dejó la pelota en el aire ante la mirada de Casemiro que recurrió a la chilena pero que no pudo darle dirección ante la mirada de Garnacho que estaba mejor colocado para disparar.
El colegiado terminaría el partido tras el saque de meta de los Spurs y con ello sentenciaba la gran final con marcador de 1-0 para que el equipo de Tottenham levantara la Europa League por tercera ocasión en su historia y cortando una racha de 41 años sin poder campeonar en dicha competición.