Bernie Ecclestone, máximo mandamás de la Fórmula 1 por más de cuatro décadas, fue condenado a 17 meses de prisión, con un pagó de 643 millones de libras (unos 756 millones de euros). La condena fue parte del trato por declararse culpable.
Ecclestone se declaró culpable ante la corte de Londres por los cargos de evasión fiscal; una investigación del HM Revenue & Customs (organización encargada de recaudar impuestos en el Reino Unido) reveló que el millonario habría mentido a Hacienda.
El britanico no declaró un fideicomiso en Singapur, mismo que contenía cerca de 463 millones de euros. Esta cantidad se habría mantenido en una de sus cuentas, y fue ocultada en el interrogatorio que se le realizó en 2015.
Los impuestos que no pagó por este activo durante los últimos 18 años fueron los que condenaron a Ecclestone y, si bien se le ha impuesto prisión, esta quedará en suspenso por dos años.
No es el primer aviso
El millonario británico no desconoce los conflictos legales, ya que en 2012 fue acusado por la fiscalía alemana por un caso de soborno. En aquella ocasión pudo llegar a un acuerdo en el que tuvo que pagar 60 millones de libras, sin embargo no aceptó su culpabilidad.
Según la investigación, el millonario habría sobornado a Gerhard Gribkowsky, directivo del BayernLB en aquel momento, con tal de vender su participación en la Fórmula 1 a la empresa CVC. Gribkowsky se declaró culpable y fue condenado a ocho años y medio de cárcel.