Han pasado ya seis años desde la última vez que un equipo argentino conquistó la Copa Libertadores. En 2018, River Plate se proclamó campeón tras vencer a Boca Juniors al ganar 5:3 en el global. Desde entonces, los clubes brasileños han tenido el control total del torneo. Pues sus últimos 6 campeones han sido de ese país y de las 2 finales que se han jugado, solo 2 equipos no fueron brasileños.
Desde aquel título, los equipos brasileños tomaron por completo el control del certamen. Palmeiras, Flamengo y Fluminense se repartieron los campeonatos entre 2020 y 2024, demostrando el nivel de un futbol que ha invertido fuertemente en infraestructura, planteles y cuerpos técnicos.
El desequilibrio responde en gran parte al poder económico del balompié brasileño. Los equipos de la Serie A han logrado retener a figuras internacionales y repatriar a jugadores de Europa, algo que contrasta con la realidad de los clubes argentinos, que suelen vender a sus talentos jóvenes para sostener su estabilidad financiera.
River Plate, Boca Juniors y Racing Club han sido los principales representantes argentinos en los últimos años, pero ninguno ha logrado romper la racha. En varias ocasiones, su camino se ha visto frenado por potencias brasileñas como Palmeiras o Flamengo.
Mientras Brasil continúa marcando el paso en la Copa Libertadores, Argentina busca reencontrarse con su historia gloriosa, pero tendrá que esperar a la próxima edición del torneo para que los clubes vuelvan a pelear de tú a tú con los gigantes del continente y rompan un dominio que, por ahora, parece inquebrantable.