En un entorno como el de la Liga MX, donde la rotación en los banquillos suele ser una constante, el Apertura 2025 se perfila como una excepción notable. Con apenas tres cambios de director técnico hasta la jornada 13, este certamen podría convertirse en uno de los más estables de los últimos 25 años, contrastando con la tradición de recambios abruptos de algunos equipos ante resultados negativos.
Los entrenadores cesados o que renunciaron en lo que va del torneo son Gonzalo Pineda (Atlas), Pablo Guede (Puebla) y Eduardo Berizzo (León), lo que representa apenas el 16.6% de los equipos participantes. Esta cifra es significativamente menor si se compara con torneos como el Clausura 2019, donde se registraron 14 movimientos en los banquillos, afectando a más del 55% de los clubes.

En años anteriores, la presión mediática y la urgencia por resultados inmediatos provocaban decisiones precipitadas que, en muchos casos, no generaban mejoras sustanciales en el rendimiento de los equipos.
Ahora, en este Apertura 2025, hay una tendencia hacia la continuidad y el respaldo a los procesos. Equipos como Monterrey, Tigres y Toluca han mantenido a sus estrategas a pesar de altibajos, apostando por la consolidación táctica y el desarrollo de sus plantillas.

Por el momento, el Apertura 2025 ofrece una bocanada de aire fresco en un ecosistema acostumbrado al vértigo, y deja entrever que el futbol mexicano está dispuesto a replantear sus dinámicas internas en busca de mayor solidez y coherencia.