Christian Rasmussen aprovechó una estrategia arriesgada con neumáticos nuevos para superar a Alex Palou y ganar por primera vez en la IndyCar, Pato terminó 5to
El piloto danés Christian Rasmussen consiguió este domingo 24 de agosto una espectacular y sorpresiva primera victoria en la IndyCar Series, al imponerse en la penúltima carrera de la temporada 2025 en el icónico óvalo del Milwaukee Mile. El novato de Ed Carpenter Racing, en su primera temporada completa, ejecutó una remontada impresionante en las últimas vueltas para darle a su equipo el primer triunfo desde 2021. El ya coronado campeón, Alex Palou, tuvo que conformarse con el segundo lugar, mientras que Scott McLaughlin completó el podio en tercera posición. Por su parte, Pato O’Ward finalizó en la 5ta posición, asegurando el subcampeonato de la temporada.
La carrera se decidió por una jugada estratégica durante la última bandera amarilla, que apareció en la vuelta 208 por una ligera llovizna. Mientras los líderes, Palou y McLaughlin, decidieron no parar para mantener su posición en pista, el equipo de Rasmussen optó por montar un juego de neumáticos nuevos. La diferencia de agarre fue abismal: el danés se lanzó al ataque en el reinicio, escalando desde la sexta hasta la primera posición en apenas unas vueltas, con un adelantamiento limpio por el exterior sobre Palou para tomar un liderato que ya no soltaría.
A pesar del resultado final, la carrera fue dominada en su mayor parte por Alex Palou. El español lideró 195 de las 250 vueltas y parecía encaminado a una victoria segura antes de que la bandera amarilla final comprometiera su estrategia. Aún así, Palou se mostró satisfecho con el segundo puesto, calificándolo como una de sus mejores actuaciones en un óvalo. Otro piloto que demostró tener ritmo para luchar por la victoria fue David Malukas, pero una parada en pits muy lenta de su equipo arruinó sus opciones cuando peleaba con Palou al inicio.
La competencia estuvo marcada por numerosos incidentes que neutralizaron la carrera en varias ocasiones. La acción comenzó de forma accidentada con un fuerte choque de Nolan Siegel en la segunda vuelta, seguido de un trompo de Graham Rahal en el reinicio. Más adelante, una batalla en pista terminó con Will Power tocando el muro y rompiendo la suspensión, mientras que un fallo de motor obligó a Callum Ilott a abandonar pasada la mitad de la prueba, en una jornada que exigió tanto velocidad como supervivencia.
La victoria de Christian Rasmussen es la historia de un novato que supo capitalizar la oportunidad perfecta, demostrando el papel crucial que juegan la estrategia y los neumáticos en la IndyCar. En un final electrizante, el danés no solo consiguió su primer triunfo, sino que también se robó el protagonismo en un día que parecía destinado a ser otro monólogo de Alex Palou. Ahora, toda la atención se centra en la gran final de la temporada, que se disputará el próximo fin de semana en el circuito urbano de Nashville.