Pierre Gasly asegura que prefiere ser último este año si eso garantiza un coche competitivo para la nueva era de la Formula 1.
El piloto francés, Pierre Gasly ha dejado clara su postura ante la desastrosa temporada 2025 de Alpine: está dispuesto a aceptar el sufrimiento actual si eso se traduce en éxito futuro. En declaraciones recientes, Gasly afirmó que cambiaría ser último en el campeonato “todos los días de la semana” a cambio de tener un coche capaz de luchar por victorias en 2026. Esta mentalidad refleja la cruda realidad de un equipo que ocupa el último lugar en el Campeonato de Constructores de Formula 1 y que ya ha puesto toda su atención en la próxima era de la reglamentación.
La situación de Alpine en 2025 es crítica y, según Gasly, no tiene solución a corto plazo. El piloto confirmó que el monoplaza, el A525, no ha recibido mejoras desde el Gran Premio de Barcelona y no se desarrollará más en lo que resta de la campaña. A esto se suma un año tumultuoso en la gestión, con la renuncia del director del equipo, Ollie Oakes, y la llegada de figuras como Flavio Briatore y Steve Nielsen para reestructurar la organización. Sin embargo, el impacto de estos nuevos fichajes, según Gasly, no se verá hasta el proyecto de 2026.
Toda la estrategia del equipo de Enstone es una apuesta a futuro, un sacrificio calculado del presente para maximizar sus opciones en 2026, año en que entrará en vigor un cambio reglamentario masivo. La decisión más significativa en esta reestructuración ha sido la de abandonar su estatus de motorista propio para convertirse en cliente de Mercedes, un movimiento que podría darles un impulso de rendimiento clave. Gasly ha expresado su confianza en este nuevo rumbo y en la capacidad del equipo para entregarle un monoplaza competitivo.
Desde la perspectiva del piloto, la lucha en la parte baja de la parrilla carece de sentido si el objetivo final es más grande. A pesar de haber tenido actuaciones personales destacadas, como varias apariciones en la Q3, Gasly es pragmático sobre el valor de los resultados actuales. “Ya sea que termines noveno, octavo o décimo en el campeonato, estás luchando prácticamente por nada”, admitió el francés, justificando por qué el enfoque del equipo en el futuro es la única decisión lógica.
En última instancia, la filosofía de Pierre Gasly resume la de todo el equipo Alpine: soportar el dolor de una temporada para el olvido con la esperanza de un renacimiento glorioso. Su contundente afirmación final lo dice todo: “Si esto te da un coche que puede luchar por victorias, podios y los cinco primeros puestos la próxima temporada, lo acepto todos los días de la semana”. La suerte de Alpine está echada, y toda la presión recae ahora sobre el monoplaza que saldrá de su fábrica para la temporada 2026.