Rashawn Slater queda fuera de acción apenas 11 días después de firmar una extensión de contrato histórica
Los Angeles Chargers recibieron este lunes la peor noticia posible de cara a la temporada 2025 de la NFL. Su tackle izquierdo Pro Bowl, Rashawn Slater, se perderá todo el año tras sufrir una ruptura del tendón rotuliano durante una práctica la semana pasada. La lesión, que requerirá cirugía, representa un golpe devastador para la franquicia, ocurrido irónicamente apenas 11 días después de que el jugador firmara una extensión de contrato por cuatro años y 113 millones de dólares, convirtiéndose en el liniero ofensivo mejor pagado en la historia de la liga.
La escena durante la práctica del jueves fue dramática y reflejó la gravedad de la situación. Slater colapsó durante un ejercicio de equipo mientras bloqueaba a Tuli Tuipulotu, agarrándose inmediatamente la pierna izquierda. La preocupación fue instantánea, con compañeros como Derwin James Jr. y Denzel Perryman rezando a su lado. Visiblemente frustrado y sin poder apoyar la pierna, Slater fue retirado del campo en un carrito médico, golpeándolo con el puño y arrojando su casco en un gesto de desolación.
El impacto estratégico de esta baja es incalculable para los planes del equipo. La filosofía del entrenador Jim Harbaugh y el coordinador ofensivo Greg Roman se basa en un ataque terrestre dominante, donde la línea ofensiva es la pieza más importante. Los Chargers se enorgullecían de tener la que consideraban la mejor pareja de tackles de la NFL con Slater y el novato Joe Alt. Ese dúo de ensueño, pilar fundamental del proyecto, se ha roto antes de poder demostrar su potencial en la temporada regular.
Ahora, el equipo se ve forzado a una reestructuración de emergencia en su línea ofensiva, una unidad que ya lidiaba con la lesión del guardia Mekhi Becton. El plan inmediato probablemente implicará mover al novato Joe Alt, seleccionado con la quinta selección global, de la posición de tackle derecho a la izquierda para cubrir el hueco de Slater. Esto, a su vez, obligaría a Trey Pipkins a ocupar el puesto de tackle derecho, alterando por completo la configuración y la química del grupo.
La lesión de Slater ensombreció por completo lo que debía ser un día de celebración en las instalaciones del equipo, ya que coincidió con el regreso del icónico receptor Keenan Allen. En lugar de optimismo, la noticia deja un manto de incertidumbre sobre la temporada de los Chargers. La franquicia ahora enfrenta el enorme desafío de proteger a su mariscal de campo, Justin Herbert, y ejecutar su plan de juego sin su liniero ofensivo más dominante, una ausencia que pone a prueba la profundidad y la resiliencia del equipo desde el primer día.