Este lunes, 8 clubes (Leones Negros, Venados, Club Atlético La Paz, Atlético Morelia, Alebrijes, Mineros, Tepatitlán FC y Cancún FC) de la Liga de Expansión lanzaron un comunicado contundente acerca del proceso de certificación para ascender a la Liga MX.
La situación con el ascenso y descenso en el balompié mexicano abre otro capítulo. En esta ocasión, 8 de los 10 clubes que cumplen los requisitos para lograr la certificación alzaron la voz en nombre de toda la liga de expansión: “Durante años nos han dicho lo mismo: que el ascenso a la Liga MX está abierto, que solo hay que ‘cumplir con los requisitos’.”
¿QUÉ MÁS DICE EL COMUNICADO?
En el escrito los clubes remarcan que repiten lo mismo desde los escritorios, en las conferencias, boletines y en entrevistas. Pero quienes viven un proceso dentro saben la verdad: “el llamado proceso de certificación no es un filtro de calidad, es un candado diseñado para que el ascenso a la primera división nunca se abra”.
Ellos enfatizaron que en la temporada 24-25, hay 7 clubes que están impedidos estructuralmente de certificarse, más allá de su desempeño deportivo.
- Tlaxcala, Irapuato y Tampico Madero participan como equipos invitados, sin acceso al proceso de certificación.
- Dorados y Tapatío están excluidos por la regla de multipropiedad.
- Cimarrones y Celaya se encuentran congelados este año por decisión de la propia Liga.

En el comunicado también exponen fechas cuando el declive de suspender el ascenso y descenso por cuatro años empezó en la temporada 2016-17, donde la presión pública ayudó a evitar que no se concretara completamente y aun así, se eliminó el descenso y se impuso una multa de 120 millones de pesos al último lugar del cociente para poder permanecer en la Liga MX. “Si podías pagar, no importaba lo que ocurriera en la cancha.”
Para la temporada 2017-18, nació formalmente el “proceso de certificación” para poder ascender desde la antes llamada Liga de Ascenso. Año en el que solo seis clubes fueron certificados bajo los criterios de:
- Infraestructura.
- Fuerzas Básicas.
- Capacidad financiera.
En esa temporada Cafetaleros fue campeón de campeones y no se le permitió ascender, mientras que Lobos BUAP pagó 120 millones para quedarse (algo que también hizo Veracruz en la temporada 2018-19). “El mérito deportivo dejó de ser el criterio central. Empezó la discrecionalidad.”
CADA AÑO, UNA NUEVA TRABA PARA BLOQUEAR EL ASCENSO
En 2022, se impuso una nueva condición: “el ascenso sería posible si al menos cuatro clubes estaban certificados al inicio de la temporada y uno de ellos ganaba el campeón de campeones”. Aun cumpliendo las auditorias, planes de negocio y criterios financieros, no se ofrecieron mecanismos de apelación ni criterios técnicos.
En 2024, el Comité de certificaciones no se reunió a tiempo. En 2025, la historia se repite: “la convocatoria se publicó con retraso, la documentación se solicita sin calendario claro y el comité volverá a reunirse cuando ya se estén disputando jornadas oficiales.”

En las últimas partes del escrito señalan que no es una certificación, es una trampa. “Desde su origen, nunca fuimos consultados para definir reglas.” “Esto no es profesionalización. Esto es exclusión disfrazada de origen.”
Los clubes no serán cómplices, ya que no van a legitimar una herramienta que ha sido utilizada para proteger intereses particulares y negar derechos deportivos sin sustento técnico ni legal.