Con tan solo cinco meses como entrenador de Boca Juniors, Fernando Gago estaría cerca de ser despedido. La eliminación en la Copa Libertadores ante Alianza Lima habría sido el golpe definitivo.
Según medios argentinos, este viernes dirigirá su último partido contra Rosario Central, marcando un fracaso más en cuanto a los intentos de reestructuración del cuadro Xeneixe en los últimos años.
Una gestión marcada por altibajos
Gago asumió el cargo en octubre de 2024, tras su polémica salida de Chivas. En 22 partidos, logró 11 victorias, 6 empates y 5 derrotas, con un 59% de efectividad. Sin embargo, no consiguió victorias en clásicos ni goles en esos duelos, es decir, su propuesta ofensiva nunca se consolidó plenamente.
Eliminaciones que pesaron más que los números
Lo más relevante de su gestión fue el fracaso en torneos clave. Quedó fuera en semifinales de la Copa Argentina y en la fase 2 de la Libertadores, un duro revés para el club. A pesar de dejar a Boca cuarto en el Apertura, a un punto del líder, las expectativas no se cumplieron. Su ciclo, breve pero intenso, parece llegar a su fin.
La presión del hincha y la dirigencia
La relación con la hinchada nunca fue sólida; los silbidos en la Bombonera eran habituales. La dirigencia, encabezada por Juan Román Riquelme, respaldó su llegada, pero los resultados no acompañaron. La paciencia se agotó tras las últimas derrotas. El ambiente en el club pedía un cambio urgente.
Su estilo de juego, bajo la lupa
Gago apostó por un fútbol de posesión y ataque, inspirado en su etapa como jugador. Sin embargo, la falta de profundidad y las fallas defensivas fueron críticas constantes. Los refuerzos pedidos no rindieron como esperaba. Esto dejó al equipo sin identidad clara.
El legado de un DT en transición
A pesar de los tropiezos, Gago intentó renovar un plantel envejecido. Dio minutos a juveniles como Equi Fernández, pero no logró títulos ni estabilidad. Su salida abre el debate sobre el próximo rumbo de Boca. ¿Quién tomará las riendas de este gigante?