Los Dodgers de Los Ángeles derrotaron a los Yankees de Nueva York en el Yankee Stadium y se coronaron por octava ocasión en su historia.
La Serie Mundial ya conoce a su nuevo campeón, pues los Dodgers remontaron un 0-5 de los Yankees para arrebatarles la victoria y conseguir su campeonato número ocho. El equipo de la gran manzana comenzó con una amplia ventaja, Aaron Judge fue el encargado de abrir el marcador apenas en la baja de la primera entrada y con otro jugador en la primera base, el home run del número 99 adelantó 2-0 a los locales; Jasrado Chisholm Jr se encargo del 3-0 con otro cuadrangular para llegar 3-0 a la segunda.
Para la segunda entrada, Anthony Volpe conecto un imparable al jardín izquierdo que lo colocó en segunda base, y un batazo de Alex Verdugo al jardín contrario le dio la oportunidad a Volpe de poner las cosas 4-0 en la pizarra. Fue en la tercera entrada que un tercer home run, en esta ocasión de Giancarlo Stanton, le dio a los locales una cómoda diferencia de 5-0 sobre sus rivales; todo apuntaba a un sexto juego.
La fiesta angelina llegó en la parte alta de la quinta entrada: el puertorriqueño Enrique Hernández mandó la pelota al fondo del jardín derecho para colocarse en primera base; Tommy Edman conectó al centro del diamante pero un descuido de Judge que soltó lo que era un out seguro, generó que las primera y segunda base se encontraran ocupadas; cuando parecia que la pelota de Will Smith sería un ponche, otro error de los Yankees, en esta ocasión de Jasrado al recibir la pelota en tercera base, generó que las bases se llenaran.
Con casa llena y dos outs, Mookie Betts bateo al jardín derecho y aunque la pelota no llevaba demasiada potencia, un error fatal de Anthony Rizzo, quien en lugar de buscar ponchar a Betts sólo caminó a la primera mientras el 50 visitante llegaba a la base sin mayor problema, acercó 5-1 a Los Angeles y las bases continuaban a tope; Freddie Freeman fue el encargado de afinar la orquesta y con un imparable al jardín central ayudó a que el marcador se colocara 5-3 y con las primera y tercera ocupadas. En un dejavú al centro del diamante, Teoscar Hernández colaboró con otro imparable para que sus compañeros igualaran 5-5 el marcador.
Aunque los de Nueva York reaccionaron con otra carrera cortesía de Judge en la baja de la sexta, el momento era para los de Los Angeles. En la parte alta de la octava entrada Smith logró igualar las cosas, y dos bateadoes despues, Betts colaboró para que Edman se encargará de dar la vuelta al marcador. El 7-6 en favor de los angelinos fue definitivo y lograron llevarse una Serie Mundial que no se había repetido en 43 años, en aquella ocasión el resultado fue el mismo: Los Dodgers de Los Angeles campeones de la MLB.