Monterrey rescató el empate ante los Tigres en un gran duelo que tuvo que esperar hasta el último suspiro del partido para definirse. Germán Berterame colocó el 3-3 definitivo, dejando atrás que estuvieron abajo en el marcador prácticamente todo el encuentro.
Los felinos no tardaron ni sesenta segundos en lograr perforar la portería de Esteban Andrada. Juan Brunetta se metió entre la línea defensiva y remató un centro al área chica, cortesía de Javier Aquino, el arquero de los Rayados no tuvo nada que hacer.
Pero la ventaja de los pupilos de Robert Dante Siboldi no duró mucho, todo gracias a qué Luis Romo logró mandar el balón al fondo de la red; a los siete minutos, el partido volvía a estar en paridad. Brunetta por poco pasó de héroe a villano, esto por una mano en el área, pero después de la revisión con el VAR, César Ramos consideró que no había argumentos suficientes.
Fernando Gorriarán firmó su aparición en el marcador poco antes de que terminara la primera mitad, en lo que fue casi una copia del primer tanto de los felinos, aunque está vez su disparo fue más un pase a la red.
Con el marcador a su favor, la caída del 1-3 fue cuestión de tiempo, siendo Brunetta el responsable de finalizar un contragolpe con participación de André Pierre-Gignac incluida. Pasaron solo 46 segundos de haber vuelto a las acciones y los de la U de Nuevo León volvían a pegar primero.
Monterrey estaba en su casa y con su gente, por lo que comenzó a buscar el tanto que los acercara en el marcador. Gerardo Arteaga fue el hombre que lo logró a los 61 minutos, recepcionando de gran manera un buen centro al área grande y definiendo con tranquilidad ante Carlos Rodríguez.
La Pandilla no bajó los brazos, por lo que fue recompensada con el empate en la última acción de juego: Germán Berterame se impuso en el juego aéreo y logró el tan ansiado 3-3, mismo que fue evitado unos minutos antes, cuando la saga logró rechazar el esférico en la línea.