El equipo de los Pittsburgh Steelers sorprendió al vencer a los Cincinnati Bengals por 34-11
El primer partido de este sábado de NFL enfrentó a dos equipos que luchan por uno de los tres boletos de comodines para avanzar a la postemporada. Por un lado, teníamos a unos enrachados Bengals, y por el otro, a unos Steelers que lucían muy limitados, sobre todo a la ofensiva. No obstante, y para sorpresa de la gran mayoría, los Steelers consiguieron una victoria aplastante, superando a su rival por 23 pts.
Los Pittsburgh Steelers llegaron al juego de este sábado con un reciente, pero necesario, cambio de QB, con Mason Rudolph sustituyendo a Mitchell Trubisky. Para su fortuna, y de manera inesperada, Rudolph jugó uno de los mejores juegos en su carrera en la NFL, completando el 63% de sus pases, para 290 yardas y 2 pases de touchdown. Asimismo, George Pickens completó una gran actuación, sumando 195 yardas y 2 touchdowns en tan solo cuatro recepciones.
Sin embargo, la mayor fortaleza del equipo de Pittsburgh fue su defensiva. Lo que más destacó fueron las intercepciones que lograron Eric Rowe, Patrick Peterson y Alex Highsmith. Aunado a ello, T. J. Watt y el mismo Highsmith completaron una gran noche, en lo que se refiere a presionar al QB rival.
Por el contrario, los Cincinnati Bengals decepcionaron por su bajo nivel de juego. El jugador más errático del equipo de los Bengals fue aquel que venía sorprendiendo a toda la liga, Jake Browning. El QB sustituto de Cincinnati completó el 66% de sus pases, para 335 yardas, 1 touchdown, pero más
importante, 3 costosísimas intercepciones. Además, la defensiva de los Bengals no logró detener a la maltrecha ofensiva de Pittsburgh.
Con estos resultados, los Steelers mejoran su récord a 8-7 y se mantienen en la pelea por avanzar a la postemporada. Asimismo, los Bengals empeoran su récord a otro 8-7, complicando, de manera innecesaria, su final de temporada.