El PSV Eindhoven volvió de atrás y le dio la vuelta al Sevilla, resultado importante que los pone con un pie y medio en los octavos de final, mientras que los españoles se despiden de la Champions League.
El duelo era vital para ambas escuadras, ya que un buen resultado para los ibéricos les daba posibilidades de seguir avanzando en el torneo más importante de Europa, mientras que para los neerlandeses, la victoria los despegaba del Lens, dejando la clasificación en sus propias manos.
El Sevilla era el más necesitado, y encontró el gol gracias al balón parado; Sergio Ramos no tuvo que levantarse demasiado gracias a la tibia marca de la saga, y con un cabezazo se hizo presente para callar todas las críticas que ha recibido desde su llegada a los blanquirrojos.
La noche fue complicada para el PSV, que no contará con Lozano para el siguiente duelo; el mexicano fue amonestado a los 32 minutos de partido y, por acumulación de tarjetas, no verá acción ante el Arsenal. Peor aún, salió lesionado a tan solo dos minutos de terminar la primera parte.
El inicio de la segunda mitad fue a contracorriente para el PSV, ya que en apenas un minuto después de reanudar las acciones, el Sevilla aumentó su ventaja. Un buen contragolpe fue recibido por En-Nesyri que, solo frente al portero, bombeó el balón y movió la red.
El partido parecía resuelto para el Sevilla, pero si algo ha caracterizado este periodo con Diego Alonso al frente, es la perdida de control en partidos con todo a su favor, y la historia en la Champions League no fue diferente.
Lucas Ocampos recibió la doble amonestación a los 66 minutos, y a pesar de resultar tocado en la entrada, el colegiado no se tentó el corazón y lo echó del terreno de juego, con poco más de 20 minutos por disputarse.
El error rápidamente le cobró factura a los españoles, tan solo dos minutos después, Ismael Saibari capitalizó la presión constante de los neerlandeses, y con un zapatazo sólido, mandó la esférica al lado contrario de Dmitrovic, que solo se lanzó para hacer la jugada más espectacular.
La presión de los visitantes era asfixiante para el Sevilla, y a los nueve minutos de los 90, Vertessen re-centro una muy buena intención que lo dejó solo en el área, pero sin ángulo,pero la fortuna estuvo de su lado, porque el balón rebotó en Gudelj, que lo mandó al fondo de su propio arco.
Parecía que todo se terminaba en empate, pero el Ricardo Pepi apareció solo en el área, y con solo poner la frente, anotó el tercer tanto para los suyos, reafirmando que el 2-0 es el marcador más engañoso del futbol, además de darle prácticamente la calificación a los suyos a los octavos de final.
La tragedia pudo ser peor, pero Saibari, de forma inexplicable, mandó su intentó muy desviado del arco, cuando ya solo tenía que dar un pase a la red, y quitarle el dramatismo a los últimos dos minutos de juego en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
El Sevilla puede decir que peleó hasta el final, tuvo un tiro de esquina en el que mandó toda la carne al asador, sin embargo no hubo un tiro claro que si quiera pusiera nervioso a Benítez.
El PSV enfrentará al Arsenal en la siguiente jornada, donde dependerá de sí mismo si quiere amarrar el segundo lugar, mientras que el Sevilla tendrá que ganarle sí o sí al Lens, si es que quiere tener un lugar en la Europa League.