Buffalo derrotó 31-21 a los Dolphins en un partido mucho más cerrado de lo que indica el marcador, pero mantienen el invicto
La Semana 3 de la NFL arrancó en el Highmark Stadium de Nueva York con un choque divisional de alto voltaje entre los Buffalo Bills y los Miami Dolphins. Aunque el resultado final fue 31-21, la realidad es que los dirigidos por Josh Allen tuvieron que trabajar de más para mantenerse invictos. Durante gran parte del encuentro, el marcador estuvo empatado o con apenas una diferencia de siete puntos, lo que mantuvo la tensión hasta el último cuarto.
El inicio fue un golpe de autoridad de los Dolphins, que sorprendieron con el novato Ollie Gordon anotando su primer touchdown en la NFL. Buffalo respondió rápido gracias a la conexión de Allen con Dalton Kincaid, y más tarde con Jackson Hawes, pero Miami no se despegó y empató antes del descanso con un pase de Tua Tagovailoa para Jaylen Waddle. Al medio tiempo, la sensación era de paridad total.
La segunda mitad mantuvo el mismo guion: James Cook devolvió la ventaja a los Bills con un acarreo, pero Tyreek Hill apareció para igualar otra vez las cosas y demostrar que Miami estaba dispuesto a pelear hasta el final. El ida y vuelta ofensivo reflejaba la intensidad de un partido donde ningún equipo lograba establecer un dominio claro, lo que hizo que la afición viviera un duelo de auténtico ajedrez ofensivo.
Fue recién en el último cuarto cuando Allen inclinó definitivamente la balanza. El mariscal de Buffalo conectó con Khalil Shakir para recuperar la ventaja y, poco después, la defensiva interceptó a Tagovailoa en una jugada clave. Esa acción abrió la puerta para que el veterano Matt Prater asegurara el triunfo con un gol de campo, sentenciando a unos Dolphins que se habían mantenido en la pelea hasta ese error.
Con este triunfo, Buffalo alcanzó un récord de 3-0 y sumó su 15ª victoria en los últimos 16 enfrentamientos contra Miami, reafirmando su supremacía en la división. Para los Dolphins, la derrota deja un sabor amargo: jugaron su mejor partido de la temporada, pero no fue suficiente para evitar el 0-3 que los pone contra las cuerdas en la carrera por la postemporada.