La edición 2004 del Miami Open fue sede de un encuentro que marcaría el comienzo de una era, el comienzo de una (sana) rivalidad, y un punto y aparte en la historia del tenis: Federer vs Nadal se enfrentaban por primera vez. El suizo llegaba con 22 años y 14 títulos individuales en su palmarés con un récord de 24-1 en lo que iba de ese año, el español tenía 17 años, no había ganado títulos individuales y su récord era de 13-7 en ese momento.
Roger Federer atravesó uno de sus mejores años en 2004, pues ganó tres de los cuatro Grand Slam siendo Roland Garros su único pendiente de ese año además de llevarse el ATP Finals. Por el otro lado, aunque Nadal sólo obtuvo la Copa Davis, después de ese año comenzó a marcar su territorio en la cancha pues logró conquistar la justa francesa desde 2005 a 2008.
La novates de Rafa se vió reflejado al inicio del encuentro con golpes desviados que terminaban fuera de la cancha, fue cuestión de que tomara un poco de confianza para ponerse al tú por tú con Roger. El dominio de Nadal comenzó en el quinto punto, cuando las cosas iban a su favor 3-2; para el final del set, fue Federer quien comenzó a flaquear y con un disparo muy desviado que termino fuera de la cancha, el español de 17 años se llevo la primera mitad con 6-3 en el marcador.
El segundo set fue similar, con la diferencia de que Rafa ya no parecia el novato del primer set, sino dio muestra de su potencial y mostro al Rafael que actualmente todos conocemos y consideramos de los mejores en este deporte. Nadal estuvo arriba en el marcador durante toda la segunda parte, la resignación en el rostro de Federer era notable. El match point llegó tras nueve raquetazos, Federer en el extremo izquierdo de la cancha y la pelota el en extremo derecho tras una violenta respuesta de Nadal para llevarse la victoria con un marcador de 6-3 en ambos sets.
Aunque el tenista de 17 años llegó en el lugar 32 del Ranking ATP y eliminó a quien en ese entonces era el número 1 del mundo, la vicotria del certamen fue para el estadounidense Andy Roddick. Pero sin duda, este duelo marcó un antes y un después no sólo en sus carreras, sino en el tenis mundial.